Observando, conversando sobre las cosas que nos interesan, reflexionando sobre nuestra realidad, nos hemos detenido en los números. Cada día nos hacen más falta, nos son más visibles y los hemos buscado en nuestro entorno para hablar de la diferencia entre ellos.
Nosotros sabemos que nuestros hermanos y hermanas mayores hacen mil cuentas con ellos, aprenden retahílas para poder multiplicar...pero nosotros también sabemos que sirven para otras cosas porque los usamos día a día para comunicarnos, porque nos acompañan siempre que hablamos del mundo:
-"el número de la puerta es para no perderse cuando vas, el mio es el 20"
-"mi padre los mira para llevar los mensajes"
- "el número del extintor llama a los bomberos"
- "nuestro número no nos confunde de percha y si la pone otro en la tuya la quitas"
...
"No sólo debemos preocuparnos por el potencial matemático que adquieren los niños y niñas cuando comprenden los números y el significado de las operaciones que hacen con ellos, sino también por el potencial global que adquieren como personas;personas capaces de pensar por ellas mismas en entornos complejos, sintiéndose capaces para tomar decisiones propias;personas capaces de usar fuentes de información y de elaborar y controlar estrategias de acuerdo con sus propósitos"
Carlos Gallego
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